Empezamos esta aventura sin un manual, con muchos miedos y un montón de dudas, pero siempre con la certeza de que nos tendríamos uno al otro para cuidar de ese nuevo ser que es idéntico a ti y me hace tan feliz.

El otro día te vi leerle un cuento, y hasta una lágrima de felicidad rodó por mi mejilla. Sé que llegas agotado del trabajo y que quisieras dormir, pero tu amor de padre es más fuerte y decides sacarle miles de sonrisas a nuestro bebé haciendo diferentes voces con cada personaje del cuento. Querido, esposo ¡Ni yo podría hacerlo mejor!

Gracias por ser el mejor esposo

Estoy tan orgullosa de ti, de la paciencia que nos tienes a mi y al bebé, porque me has escuchado llorar por las noches cuando el estrés me supera y solo me abrazas para que sepa que no estoy sola. Sé que tienes tantos miedos como yo, pero eso no te detiene, haces tu mejor esfuerzo cuando te toca preparar las papillas para el bebé.

Querido esposo, hace tiempo no te lo digo, pero te ves increíblemente atractivo cuando cargas a nuestro hijo y cuando juegas con él, es ahí dónde entiendo que elegí al hombre indicado para compartir esta maravillosa y desafiante misión de ser padres. Me haces sentir la mujer más afortunada.

Cambiamos las citas románticas de los sábados, por noches de películas animadas, pero quiero que sepas que mi amor por ti va aumentando. Te admiro, te amo y te valoro. Gracias por demostrarme que somos un tremendo equipo y que al ver a nuestro hijo tan sano y feliz confirmamos que no lo estamos haciendo nada mal. 

Marido mío, me enamoras

Es difícil lucir como la mujer de la que te enamoraste hace 10 años, cuando tengo mil pendientes en la cabeza: cambiar al bebé, cocinar, hacer el home office y ayudar a mamá, pero siempre llegas y me miras con unos ojos de amor que me motivan y me hacen sentir especial.

Hoy quiero que nos dediquemos más tiempo, que planeemos una segunda luna de miel y que siempre tengamos tiempo para decirnos “te amo” porque lo merecemos, porque lo estamos haciendo muy bien. Esposo, verte criar a nuestro hijo es la prueba de que elegí bien. 

Quiero que siempre seas tú mi último “te amo” de la noche y mi primer buenos días.