Tenía miedo de que te fueras y te fuiste… un miedo menos

Dejarte ir ha sido uno de los procesos más difíciles de mi vida, pero no tienes idea de lo mucho que aprendí. Un miedo menos, te fuiste y hoy lo agradezco.

Pocas veces me ha dolido el corazón así, se siente el borde de cada grieta y respirar se vuelve un reto. No voy a mentir, me creí el cuento bonito a tu lado, imaginé que sostendrías mi mano a pesar de los años. Fue muy duro ver cómo mi vida cayó bruscamente, como cuando deslizas la pieza equivocada en el Jenga. Tenía miedo, mucho, de que te fueras y te fuiste… un miedo menos. 

Si me pongo de intensa y vuelvo a repasar los recuerdos del pasado me quiebro, porque me veo ahí, tan triste, sola, sin una esperanza. Me veo escondida en el baño, mientras deslizó mi espalda en la puerta y terminó en el piso, porque el dolor pudo más que yo. De verdad pensé que no lo superaría, sentía que el alma se me salía del pecho y me asusté mucho. 

Tenía miedo de que te fueras y te fuiste 
Tenía miedo de que te fueras y te fuiste… un miedo menos. Foto Pexels

La vida me dio una sacudida tan fuerte que me olvidé de comer, de reír, de observar en la ventana. Dejé que el dolor me carcomiera y que amargura me abrazara de una manera tan posesiva, que me hundí en la depresión. Estaba ahí, queriéndome tan poco, ignorando la sequedad en mi piel, mis manos, mi cabello. Hasta las ojeras estaban desesperadas por gritarme que ya era suficiente. 

Tenía miedo de que te fueras, porque no me valoraba un poco. Estaba tan perdida que me creí eso de que nadie más me iba a querer. Me veía al espejo y no me reconocía, no me gustaba y seguramente el resto pensaba lo mismo. Todo ese montón de pensamientos crueles se convirtieron en mis fieles compañeros y hasta yo misma pisotee mi dignidad. 

No, tú no tienes idea de lo mucho que te quise, acepté tanto por quedarme a tu lado, que hoy lo recuerdo y se me revuelve el estómago. Definitivamente, yo no merecía que me trataras con la punta del pie, pero lo hiciste, lo permití y cuando más te necesité aprendí que al final sólo me tengo a mí y que estar con alguien como tú no es amor. 

Un miedo menos, descubrí que la vida sigue con o sin ti. Bendito sea el tiempo, que siempre te revela lo que significas para alguien. No te equivoques, ahora me da igual lo que signifiqué para ti, porque entiendo que tú no valías la pena. Sólo necesitaba quererme para decirte adiós, te llevaste tanto de mí que mis miedos se fueron contigo. Gracias.

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